Reseña

Quizá no hubo personaje que conmoviera tan profundamente a Luis Sandoval Godoy como la célebre guerrillera de “la Segunda”, oriunda de Jalpa, Zacatecas. No es para menos: representante femenina quizá única entre los contingentes cristeros —si bien, como famosamente dijera Juan Rulfo, “sin mujeres no hay Cristiada”—, Jovita Valdovinos fue inspiradora y jefa indiscutible de una tropa de cerca de cien hombres que entre 1934 y 1935 mantuvo en jaque en su región al ejército federal. Y algo no menos insólito: mientras que casi todos los grupos armados que pelearon estasegunda Cristiada estaban destinados a consumirse en un sacrificio tan heroico como infructuoso, Jovita y sus hombres fueron capaces de sostener su guerra contra el gobierno hasta obligarlo a pactar en las condiciones por ella exigidas.