Reseña

Acceder a la dirección general de una empresa puede deberse a muchas causas, que oscilan desde lo previsto hasta lo fortuito, pero cuando los resultados que se alcanzan son consistentemente positivos, dependen muy poco de la buena fortuna y mucho más de la previsión, del estudio, del análisis y, también, de una dosis de saber duradero, sustentado en una filosofía que parte de la confianza, del saber delegar y del saber soltar, lo que le permite no sólo a las personas, sino a la organización (la empresa), ir avanzando paso a paso; es decir, dando oportunidad a que se maduren las ideas, los proyectos, las decisiones, para que la evolución se lleve a cabo con pasos firmes. La comprensión de los qué, de los quién, de los cuándo, de los cómo y de los por qué y para qué, requiere adentrarse tanto en las biografías como en el contexto histórico y sociopolítico de quienes han encabezado una industria exitosa, con un modelo propio, en tiempos en los que el desarrollo industrial estuvo fuera de las prioridades políticas de los gobernantes.
Debe tenerse presente que, lo que subyace cuando alguien alcanza un grado académico o un cargo directivo; lo que existe antes de que ese alguien triunfe o fracase y le brinda o le niega la llave de la cerradura que abre la puerta de la confianza, la credibilidad y la congruencia, es su calidad humana; es la personalidad que se encarna junto con los principios recibidos; son los sueños de la infancia y la juventud; las metas de la madurez, las emociones de cada momento, así como los temores y las sombras que conforman una personalidad que, en los casos de los hermanos Sergio y Raúl Gutiérrez Muguerza (ex directores ejecutivos de DEACERO, empresa siderúrgica que en el año 2019 ganó el Premio Nacional de Exportación), se ha expresado, claramente, de distintas maneras.
En el caso de Sergio, se ha tratado de un liderazgo de conocimiento, sí, pero templado con capacidad intuitiva, con empatía, con mano izquierda y poniendo por delante, siempre, el respeto. “Sergio es una persona sumamente práctica; es una persona con una capacidad de inteligencia financiera tremendamente brillante; es alguien que se le dan los números de una manera increíble: mientras uno está pensando en sacar una calculadora, él ya sacó los números, ya vio el futuro y ya vio por dónde desde el punto de vista económico”.
En el caso de Raúl, dicho liderazgo se ha manifestado “a través de un impulso para evolucionar de manera genuina; de una vocación didáctica, promotora del conocimiento y de la enseñanza”. Él concibe que el desarrollo y el crecimiento industrial “son consecuencia de la colaboración y del trabajo en equipo entre el gobierno, los empresarios y los académicos, en torno a la definición y a la realización de un plan de gran visión y de largo plazo, manteniendo la disciplina para su ejecución”.
Como ya se ha expresado, es la causalidad la que juega un papel trascendente en la trayectoria de los hermanos Sergio y Raúl Gutiérrez Muguerza, reduciendo la casualidad a momentos que, si bien aportan destellos a su existencia, no representan la aleación que a ellos les ha permitido desempeñarse con fuerza, resistencia, flexibilidad y, desde luego, con brillo.