Los decires que nos piensan y nos habitan
Sentido e ideología en la lengua común
Pocas veces pensamos en las ideas que guían nuestra conducta o lo que decimos para confirmar creencias que sostienen nuestras decisiones. Pareciera que el vínculo entre pensar y hablar es natural y poco o nada hay para cuestionar; sencillamente, decimos lo que pensamos y sentimos, y así conducimos nuestra vida en lo que parece el uso de nuestra libertad.
Carlos Rodrigo exhibe la supuesta neutralidad del lenguaje para revelarnos que la que comprendemos es una realidad mediada por la lengua; que las palabras cuadriculan el pensamiento, evocan un modo de vivir y enuncian juicios personales; que no son tan “nuestras”, pues aceptamos y repetimos sentidos previos, afirmaciones transmitidas en el habla de la que histórica y culturalmente participamos. Así, el joven autor invita a “rehabitar el lenguaje para acceder a otros modos de pensamiento y vida”. Invita a pensar, como acción vital que ensancha horizontes de diálogo y razonamiento.