Cerdos sin hamaca
En Cerdos sin hamaca se abrazan en sororidad historias (cuentos, relatos y crónicas) de mujeres que se deben contar, además, la escritora adopta la palabra, reflexiona, escribe sobre; La larga lengua-fuego que ya no pide permiso para hablar. De los muros imperceptibles, techos de cristal, que no dejan avanzar a las mujeres. De la religión que se apropia de la omnipotencia divina.
Rompe visiones unívocas, invita a las mujeres a mostrar y soltar las mil lenguas que son, aunque en el discurso algunos oídos sean castrados.
Dice la escritora, “Para el sistema falocentrista el feminismo es una piedra en el zapato, le molesta que la mujer protagonice”.