Reseña

Era la mañana del 28 de abril de 1862 en las montañas de Acultzingo. Más de dos mil mexicanos, hombres y mujeres, esperaban el inminente enfrentamiento con el llamado mejor ejército del mundo. En el plano nacional apenas era el prólogo militar de la guerra de intervención francesa que concluiría en el Cerro de Las Campanas, en junio de 1867, con el fusilamiento del austriaco Maximiliano de Habsburgo.