Barroco novohispano: arte, teología y filosofía
La presente obra es un gran acierto. Las diversas investigaciones y propuestas de esta obra logran articular las aristas y perspectivas del Barroco en Iberoamérica, proporcionando a los lectores un valioso acercamiento a nuevos horizontes de interpretación.
¿Qué es el Barroco? En cuanto a categoría, es un término polisémico asociado al uso de un silogismo absurdo, o bien a la perla informe o irregular, o incluso a la arquitectura extravagante, según las propias definiciones de los términos baroco, barrueco o baroque. “Barroco” hace alusión al término empleado en los siglos XVIII y XIX para significar el arte y la cultura degenerada, absurda y heteróclita. Rousseau, por ejemplo, en su Diccionario de la Música, afirma que lo “barroco” es propio de una armonía confusa y contradictoria. Goethe también utiliza el término en un sentido despreciativo para evidenciar la decadencia del cristianismo originario que ha mudado a un absurdo y extravagante paganismo. Más acogedoras resultan las afirmaciones de Alfonso Reyes en Letras de la Nueva España, al denominar al Barroco americano como “virreinato de filigrana”, término que hace alusión a una época pasada que se alumbra en la presencia de las tradiciones. Desde las lenguas originarias de México hasta Sor Juana —con el uso del tocotín en sus poemas— o Fernando de Alva Ixtlilxóchitl, el Barroco, para Reyes, es una disposición cultural que abunda en acertijos y caligramas.