Ojos vacíos y la fiesta de cumpleaños del viajero del tiempo
Todos tenemos asuntos pendientes con el pasado, pero la oportunidad de enfrentarlo en un duelo directo es excepcional. Jorge Arturo Tovar le concede a los personajes de estas dos obras de teatro esa ocasión fabulosa, pero no decide por ellos cómo podrían aprovecharla. Porque, así como los viajes en el tiempo, el teatro tiene reglas: en las obras de Tovar el drama y la acción son fundamentales para contar historias, los personajes desarrollan sus conflictos según peripecias justas, y toda palabra se inicia en las intenciones íntimas de cada persona (o Gato). Así que sin teatro no hay solución fantástica que valga, y ante el pasado la victoria consiste en poder seguir adelante antes de que caiga el telón.
Iván González Vega.