Reconfiguración de la práctica profesional
Dispositivos didácticos del ser y hacer docente.
Pensar hoy en las escuelas normales en México – y América Latina –
implica, necesariamente, convocar a los grandes desafíos de época a los
que esta formación de maestros y maestras se enfrenta. Conlleva - hoy
y siempre – una enorme complejidad que tensa: el presente, embebido
de pasado, que activa la conciencia crítica del estar siendo para poder así
desplegar opciones de futuro.
En esta perspectiva, se vuelve sustantiva la pregunta por el sentido
histórico y subjetivo que esta formación tiene tanto para el proyecto/
país como para los sujetos y sus subjetividades en el caminar por este
trayecto y el mundo de la vida. Esta es la dimensión que adquiere
el comprender lo que significan, en términos vitales, los registros
sensibles que se irán dejando en los sujetos concretos de realidades
concretas durante el proceso de aprender a construir conocimiento
más que reproducir información. Esto es lo que hace, de un maestro,
un trabajador de la cultura que, en su semillear, no sólo siembran
información, sino también – y fundamentalmente –, genera prácticas,
relaciones y representaciones que se manifiestan en la dinámica
intersubjetiva de sentires, reflexiones, valores y memorias que van más
allá de lo meramente informacional.
Y esto es lo que hace interesante este texto.
Este es un escrito tejido por manos que dejan entrever, en las formas
y dibujos que van adquiriendo sus letras y pensares, el profundo
compromiso de sus tejedores con una apuesta que trasciende lo
normativo/profesional para recuperar al sujeto de la formación y, con
él, un profundo sentido humano y socio-comunitario, tan necesario en
estos tiempos.
En primer término, pocas veces se ubica y destaca, en el ámbito de la
formación de formadores, la cuestión epistémica como coordenada
de colocación que permitan anclar tanto los grandes discursos
“decoloniales” como las apuestas pedagógicas – didácticas de enfoque
critico hermenéutico; dándoles así, perspectiva ético política.
La danza de estos argumentos de enseñantes que, poniendo en valor
la propia experiencia que los configura en su trasegar por este
hacer, en espacios de educación superior compartidos, revelan una
significativa potencialidad para ir de la vivencia a la experiencia y de
allí a lo categorial, lo que da cuenta de una particular apropiación de
algo fundamental para el pensar critico: la lógica de razonamiento
dialéctica como método de construcción de conocimiento histórico,
lo cual no es menor en espacios físicos y simbólicos de las escuelas
normales mexicanas y latinoamericanas. Lo dicho expone el esfuerzo
por “amasar” una cuestión difícil en las dinámicas institucionales, quizás
por las excesivas exigencias burocráticas y administrativas; me refiero al
esfuerzo de ser y hacer esta práctica formativa con coherencia entre el
discurso y la práctica.
¿Dónde se visualiza esta dinámica de coherencia? No solo en las
reflexiones donadas, sino en los aspectos seleccionados para poder
asumir las cuestiones pedagógicas y didácticas.
Un acápite especial es el detenerse en la conciencia crítica, categoría que
liga lo epistémico, lo didáctico y lo ético político de manera sensible;
y, a su vez, de exigencia de pensamiento que lleva al movimiento
sinérgico del pensamiento entre las funciones básicas y superiores de
las que tanto nos han enseñado intelectuales como Jean Piaget y/o Lev
Vigotsky.
La conciencia crítica se trasforma, así, en el método para pensar más
allá de lo que se ve, exige trascender el fenómeno y se “enreda” en la
interpretación y la problematización de manera fluida y a su vez
compleja. Esta categoría nos coloca en otra manera de hacer enseñanza
como formación de sujetos sensibles al mundo de la vida con todo lo
que ésta trae.
Es este un texto valioso… porque lo escriben enseñantes que asumen
todas las dificultades de aprender aprendiendo, entendiendo que el
aula- clase no es un lugar de roles sino una comunidad de múltiples
posibilidades para aprender con otros y otras; la tremenda tarea de la
convivencia, de la aceptación de las diferencias y las posibilidades de
amplitud de miradas que esto trae.
Navegar por este mar de letras, por momentos calmo por momentos
inciertos, invita a pensarnos como sujetos enseñantes y aprendices, a
la vez que investigadores y creadores de alternativas para acompasar
este arduo camino de romper con los parámetros del orden dominante
instalado desde la creación de los Estados nación en las escuelas.
No puedo dejar de decir que arrebozo a esta pequeña comunidad que
nos trae la dignidad de estar siendo maestros reflexivos, con enorme
capacidad de producir conocimiento desde la práctica y buscadores
incesantes de espacios de posibilidades.
Octubre de 2023
Estela Quintar