Las elecciones presidenciales en México, 2006-2018: Comportamiento electoral y desigualdad social por sección electoral
Las consecuencias de las elecciones de 2018 han sido profundas. El Partido de la Revolución Democrática PRD que en su momento se estructuró a partir de una escisión del Partido Revolucionario Institucional PRI, es posible que desaparezca a corto plazo. El PRI ha disminuido rápidamente su fuerza y, de no detener ese proceso de debilitamiento, puede correr la misma suerte que el PRD. El PAN disminuyó su fuerza, pero fue la organización menos dañada.
Otro elemento a tener en cuenta es que, por segunda vez un mismo candidato se postuló tres veces para Presidente. Andrés Manuel López Obrador, también de origen priísta, fue nominado 2 veces por el PRD en 2006 y 2012. En 2018, por tercera ocasión concursó, ahora por el Movimiento de Regeneración Nacional MORENA, que él mismo fundó, pero esta vez triunfó.
En este contexto las tres últimas elecciones presidenciales en México son de gran interés, ya que un líder carismático proveniente de un partido tradicional, participó y triunfó gracias a un partido emergente que, hasta el momento de escribir esto, no se ha institucionalizado.
No obstante, las reflexiones y explicaciones de las últimas elecciones presidenciales se basan en resultados globales o muy agregados que no permiten ver las diferencias en pequeñas regiones o zonas, sin perder de vista la perspectiva nacional. Y tampoco estas visiones globales revelan los factores con los que podría o no estar relacionado el fenómeno, ni si estas relaciones permanecen a lo largo del tiempo.
Por ello, en este trabajo se usan las secciones electorales, más de 68 mil, que abarcan la totalidad del territorio nacional y se pueden correlacionar con factores de desigualdad social captados en el censo de población y vivienda. Pretende ser de gran utilidad para actores y analistas de la política que deducen que ciertos grupos sociales se inclinan por alguna organización en particular