En busca de una habitación propia
Miradas feministas en once escritoras latinoamericanas
La escritura, como la pintura, no “molesta” tanto como otros tipos de arte (no ocupa espacio, como la escultura, y no hace ruido, como la música; la mujer, recordemos, tiene que estar silenciosa en casa y no estorbar). Por eso, podemos tener imágenes como la de las hermanas Brontë escribiendo en la sala de su casa y escondiendo sus textos cuando llegaba una visita. Pero esa misma imagen también nos permite ver las condiciones sociales que dificultan que las mujeres tengan, como dice Virginia Woolf, “un cuarto propio” para poder desarrollar su arte y no sólo en cuanto a la lectura sino también en cuanto a la escritura y a la libertad de lo que pueden decir.