Un vuelo al pasado en Papantla
Un vuelo al pasado en Papantla
Jun, una joven de Papantla, Veracruz, había vivido en Xalapa desde los seis años y se resistía a mudarse de nuevo a su lugar de nacimiento, a pesar de los deseos de su padre jubilado. Este le explicó la importancia de Papantla, sus festividades y sus raíces familiares, incluyendo la fascinante tradición de los Voladores de Papantla, de la cual su abuelo había sido parte. La curiosidad de Jun se despertó y, finalmente, aceptó mudarse, aunque con cierta reticencia por dejar atrás su vida en Xalapa. Una vez en Papantla, comenzó a descubrir más sobre su familia y las tradiciones locales, sintiéndose cada vez más conectada con sus raíces.
Durante una visita al Tajín con su tía y primos, Jun se adentró en una cueva que la transportó mágicamente al pasado, a un tiempo antiguo de Papantla. Allí, vio las pirámides en todo su esplendor y se encontró con un hombre que la reconoció y le recordó su conexión con el lugar. Jun fue testigo del inicio de la tradición de los Voladores de Papantla, entendiendo así la importancia y el origen místico de esta danza ancestral. A medida que exploraba esta era pasada, descubrió la rica historia de su familia y la profunda conexión con las tradiciones de Papantla, sintiendo finalmente que había encontrado su lugar en el mundo.