Hacia otro paradigma de la tortura
Resumen
E
n nuestro país la tortura como fenómeno delictivo ha cambiado radicalmente en los últimos cuarenta años. Durante este periodo sus límites se ampliaron hasta formas que, a pesar de ser violentas y sanguinarias, pasan desapercibidas para nuestros ordenamientos jurídicos y como tales permanecen impunes bajo el resguardo de las estadísticas. Las transformaciones de la tortura pueden percibirse sobre todo a partir de la declaración de la llamada guerra contra el narcotráfico, la estrategia de seguridad pública establecida durante el sexenio de Felipe Calderón, estrategia que tuvo consecuencias desastrosas. A pesar de que la "Guerra contra el narco" se implementó con la finalidad de disminuir la fuerza y la penetración del crimen organizado en el territorio nacional, específicamente del narcotráfico en el norte del país que para ese momento ya se orientaba como un fenómeno de escala cultural, y sus efectos reales fueron muy distintos, pues las agencias de gobierno encargadas de la lucha contra el narcotráfico abrieron una nueva página de la historia de la violencia en nuestro país. Así como los cambios políticos y sociales, la tortura también se ha transformado, las cortantes formas que la distinguieron durante toda la historia de occidente, parecen actualizarse en nuestro territorio de una manera intensificada, sin regla, ni comparación; en nuestro entorno sus perfiles se apropian del espacio público y se ajustan a nuevos actores que desde el ámbito de lo privado y más allá de cualquier nombramiento o encargo público, ejercen el poder de la tortura. En este libro se desarrolla una reflexión sobre la tortura que bien podríamos calificar de urgente, pues ahora vemos aparecer las formas de una tortura que se suscita entre particulares, con las características de una práctica que se presenta en México de una manera tan arraigada que parece alcanzar el rango de lo normal, es decir, una especie de conducta natural que tiene la fuerza necesaria para presentarse por todas partes.
El libro está dividido en tres partes: en la primera se estudia la dimensión conceptual de la tortura, desde una perspectiva histórico-jurídica nos adentramos en los rastros que el derecho romano y la lengua latina han dejado como referente preciso de estas prácticas y de la manera como se regulaban. En segundo lugar, presentamos una problematización de la tortura en la época moderna, sobre todo a partir de dos momentos principales: la configuración de un poder soberano, cuyo accionar en términos de castigo respondía a las formas de lo arbitrario, corporal y sanguinario; frente al surgimiento de un poder disciplinario, que postula grandes cambios en la técnica del castigo. En tercer lugar, se incluye un apartado que presenta la propuesta concreta y que significa, por esa misma causa, el objetivo principal de este libro.