Última evocación del esbirro
Podemos leer o escuchar día a día las noticias y cada vez abarcan más espacio los reportajes crueles relacionados con el narco. La nota roja se acrecienta y llega un momento en que cambiamos de canal o apagamos nuestros aparatos para no saber más del dolor humano, de los asesinos a sueldo, que cada vez son más.
Mariela se atreve no sólo a ver sino a pensar la condición del crimen y el dolor. No es una escritora romántica, su estilo es franco y directo. En su lírica utiliza el verso libre alejándose de todos los parámetros clásicos de la poesía, sin olvidar el ritmo. Con sutileza y audacia, al mismo tiempo, nos guía a ese sitio que parece inaccesible en un personaje: el alma humana.
Los personajes de Mariela no tienen nombre, edad... la sentencia es quedar atrapados en el mundo subterráneo de las drogas, el alcohol, el delito, el sexo…