Reseña

Cuando Eugenio Casasola transita un momento de quietud en su carrera como periodista y en su vida, un fantasma del pasado reaparece para robarle la tranquilidad: el asesino conocido como El Chalequero —prisionero en San Juan de Ulúa— misteriosamente parece estar de regreso. Aunque quizá la tormenta que se cierne sobre la Ciudad de México sea la encarnación de un mal aún peor. Entre las sesiones espiritistas de Madame Guillot, las riñas y el arte decadente de Julio Ruelas y la mirada vigilante de Carlos Roumagnac, inspector que quiere acabar con el crimen, esta novela reconstruye los misterios de una época, al tiempo que rastrea el origen de sus males más arraigados, los más profundos. “Bernardo Esquinca ha logrado reinventar el género de terror en lengua española y alternarlo con la novela negra para crear un programa narrativo de gran calidad y distinción que día tras día gana más público.” Sergio González Rodríguez