El camino eterno
En El camino eterno, Bernard Pozier nos invita una vez más a una reflexión de una rara profundidad sobre nuestra presencia en el mundo y sobre la presencia del mundo en nosotros. Cruzando épocas, países, innumerables duelos y los recuerdos que se asocian a ellos, también responde al llamado de un presente que nos invita a tomar parte en la sociedad de los vivos, a echar raíces aquí, a vivir con las palabras que llevan.
Convocando a poetas-amigos, poetas y amigos, pasado y presente, paisajes y olores, utilizando el guiño humorístico y una variedad de estilos que dan al trabajo un aspecto rítmico cercano a la virtuosidad, el autor nos ofrece tanto un aspecto de su mirada particular sobre el mundo, como una meditación sobre las huellas fugitivas que dejamos en el polvo del tiempo.