Reseña

El concepto de género encuentra su razón de ser al relacionar en una distinción clasificatoria la secuencia de relaciones dialécticas cotidianas. En 2008 Antonio Diéguez fijó su mirada en la vida para postular la condición natural del concepto género sembrando la reflexión sobre la concordancia entre los fundamentos clasificatorios del conocimiento en general y los procesos socioecosistémicos en su dinámica de existencia.
La necesidad de organizar la secuencia difusa de lo existente, una vez que lo existente es motivo de considerarse actante (Propp, Tesniere, Greimas y siguientes), da paso a instalar el concepto de género como categoría de orden y parece asir fácilmente lo natural a lo clasificado descartando incursionar en lo indeterminado que, ciertamente, produce perplejidad. Por consiguiente, la negación de lo inclasificable se puede traducir en resistencia y limitación epistemológica suponiendo que lo categórico tiene una fundamentación primigenia. En la literatura Goethe simplemente fusionaba lo épico, lírico y dramático con la “forma natural de la poesía”. En la sistemática biológica es dable reconocer que, a pesar de cifrar las categorías clasificatorias desde la especie hasta el reino, lo único existente en la naturaleza es aquello denominado como especie.