Reseña

Matrioshka habla de una familia; también habla de un origen, de un abuso soslayado, de las formas del erotismo y el arte y de la militancia clandestina. También habla de alguien que lee a Cornelius Castoriadis e intenta mantener la autonomía que pregonaba el filósofo dentro de la lucha colectiva. Esta novela entrevera lo personal y lo político en una época en que casi todo lo personal se volvió político. Habla de creencias y convicciones y también de la dura realidad de los sentimientos y los actos que ponen a prueba esas convicciones con terapias, yoga, viajes a vidas pasadas y manicomios. En esta novela de voces vamos descubriendo los hechos por capas, como son las muñecas rusas del título, y al igual que en ella, una verdad contiene a la otra y a la otra hasta el infinito. Como en el psicoanálisis, las interpretaciones van desnudando a los personajes, aunque sabemos que debajo habrá siempre otro ropaje. En los reflejos de cada historia se irán desatando las revelaciones de una manera compleja, a ratos tierna y a ratos dolorosa, como la vida.
La pluma clara y certera de Ángel Miquel nos ha regalado ya una vasta obra poética, narrativa y de investigación. En esta, su sexta novela, nos remite a una época de México en la que dos generaciones se asomaron a la libertad en el marco de las teorías y las luchas políticas; una época de desconcierto, amores extraños y descubrimientos.