Imperio, virtud e historia trascendental en Roma: Cicerón y Séneca
Imperio, virtud e historia trascendental en Roma es un análisis pormenorizado del uso político y filosófico de la historia antigua, del estudio crítico de ésta y de la historiografía, por parte de dos clásicos autores de la Antigüedad latina, Marco Tulio Cicerón y Séneca el Joven. Tal uso, según se expone con múltiples ejemplos, tuvo propósitos sociales, educativos y moralizantes, pero simultáneamente imperialistas y expansionistas.
La concepción de historia de Cicerón es “hito-histórica”, es decir, considera a los hitos, a los hechos importantes, como los únicos hechos que constituyen a la historia. Cicerón asigna a la hito-historia un sentido y/o una lógica que trasciende al pasado al proyectarse a sí misma hacia el presente y el futuro (se establece así que Cicerón es seguidor de un “filosofía de la Trans-Historia”). Asimismo, es analizada desde la “teoría de la historia/historiografía” la frase ciceroniana historia magistra vitae. El carácter imperialista de la historiografía de Cicerón es evidente a lo largo del análisis; se arguye que su visión de la historia política, nutrida de las ideas del historiador Polibio, fue desarrollada en función del poder político exterior de Roma. Para Cicerón existe un imperialismo virtuoso, así como una forma justa de conducir-pelear las guerras, cuestiones ambas que considera son comprobadas en la propia historia.
Con respecto a Séneca, el autor argumenta que el masivo uso de pasajes históricos (moralizantes) a lo largo de sus diversas obras se debe a su concepción del Cosmos como una unidad entre lo histórico (el pasado humano) y lo “para-histórico” (el pasado no-humano). Para Séneca es esencial la historia para comprender al Cosmos y a la filosofía (moral), una postura que tiene sus antecedentes en el estoicismo de Zenón de Citio, Crisipo, entre otros. Esta fusión de historia y para-historia, denominada “omni-historia” por el autor, es una construcción trascendentalista y trans-histórica, es decir, una interpretación del pasado total en el que éste es poseedor de un significado y una lógica trascendentales que se proyectan hacia el presente y el futuro (se arguye que Séneca construye así una “filosofía de la Trans-Omni-Historia”). Se confirma, por último, la sustentación de un imperialismo virtuoso, seguidor de la virtud de la justicia, dentro de la historiografía producida por Séneca.