Vampiros: modelo para armar
La figura del vampiro, en un inicio documentada en textos de carácter religioso o científico, pasó, en el siglo XVIII, a formar parte de la literatura y posteriormente a jugar un papel importante en el cine. Este personaje ha sufrido transformaciones a lo largo del tiempo, mismas que han dado, poco a poco, las características primordiales con las que lo reconocemos hoy en día. Se ha pasado de seres monstruosos sin alma, extremadamente pálidos, ojerosos, con uñas largas y orejas puntiagudas, con repulsión a los símbolos sacros, el ajo y la luz solar; a seres elegantes, seductores e hipnóticos, con una fuerte carga erótica.
El vampiro literario, y por consiguiente el que vemos en pantalla, se adapta según el tiempo, dando énfasis a diferentes cualidades o características de este muerto en vida; no obstante, en cada una de esas versiones subyace aquel ser sediento de sangre, que la toma sin permiso del cuerpo de sus víctimas. Y es precisamente este vampiro primigenio, el que encontramos en los relatos que conforman este nuevo título de nuestra colección. En esta selección de historias clásicas, el lector encontrará una muestra de esas singularidades que más adelante conformarán lo que popular y estereotípicamente conocemos como vampiro.
Doce historias publicadas por primera vez a finales del siglo XIX y principios del XX; creaciones de diversos autores con diferentes nacionalidades y por lo tanto influidas por diversas culturas y tradiciones, pero que, junto a los autores más conocidos de este género como lo son Stoker, Polidori o Hoffmann, comparten una forma magistral de adentrarnos en ese ambiente de misterio, suspenso, de lo desconocido y lo terrorífico.