Lo que vi y oí, en la Alemania nazi
La maestra Eulalia Guzmán escribió su libro Lo que vi y oí durante junio y noviembre de 1940. El texto fue publicado en México al año siguiente, 1941, por una imprenta marginal, la Tipografía SAG. Organizado en 30 capítulos breves, Lo que vi y oí es una denuncia del régimen de terror impuesto por los nazis al pueblo alemán. La maestra Guzmán vivió en Alemania durante la República de Weimar, por ello pudo constatar los cambios operados por el nazismo y que resultaron en una degradación de la sociedad y el Estado alemanes. Gracias a su conocimiento de los idiomas alemán, inglés e italiano, la maestra Guzmán pudo conversar con conocidos, viajeros y personas de todo tipo. En su prólogo menciona que cumplía en Europa una estancia de investigación, por lo que visitó archivos en distintos países y pudo contrastar las diferentes realidades políticas y sociales. Su paso por Italia y Alemania fue breve, pero presenció actos de represión, crueldad y barbarie cometidos tanto por las fuerzas del Estado como por elementos de la sociedad. Eulalia Guzmán consideró al pueblo alemán como la primera víctima del nazismo, por estar engañado, degradado y sometido a una ideología de odio y desprecio por el propio ser humano.
El libro de la maestra Eulalia Guzmán, Lo que vi y oí, es un documento de la época y un testimonio de censura a la política nazi, hecho por una académica mexicana, sensible a las diferencias sociales y a la discriminación racial imperante en Europa. La intención del libro fue la de advertir a los lectores mexicanos de lo pernicioso de estas ideas políticas, en su lugar llamó a retomar los valores humanos cristianos para: “hacer luz en nuestras conciencias y encontrar de nuevo los naturales cauces de la vida humana”.
A su regreso a México, la maestra Guzmán participó en el Primer Congreso Antifascista, realizado los últimos dos días de enero y el primero de febrero de 1942, en el teatro del Sindicato de Electricistas Mexicanos (SME). Este congreso fue organizado por el colectivo Acción Democrática Internacional, pero contó con apoyo oficial del general Heriberto Jara, secretario de Marina, y de las radiodifusoras de la ciudad, que transmitieron el evento. El Congreso contó con ocho sesiones, en las que se abordaron distintos temas relativos a la sociedad alemana nazi; participó el último día del evento con la ponencia “La mujer y el nazismo”, incluida también en esta compilación.