La Divinidad Inmanente, la Humanidad Trascendente: coincidentia oppositorum
Un libro para armar
Escribir es dialogar con uno mismo, poner en orden las ideas, conceptos y teorías sobre el funcionamiento de la realidad, o lo que cada uno entendemos por realidad, en el momento que lo ponemos por escrito. Es también un vaciamiento que permite limpiar la casa para poder dar cabida a nuevas concepciones y formas de mirar y mirarnos. Todo escrito siempre es, en gran medida una foto del autor mismo.
Considero que el ser humano tiene la obligación y el deber de ser la mejor versión de sí mismo, cultivando y desarrollando, en la medida de lo posible, sus habilidades, destrezas y talentos. Examinar su vida, reflexionar en su actuar y tomar acciones para poder dejar esta vida con el juicio de haberla vivido sin creer que pudo haber hecho más.