Entre letras y sueños
Escribir un libro es un acto de valentía. Lo es también imaginar. Y más aún, dejar que otros lean lo que hemos imaginado. Eso es lo que han hecho las niñas y los niños que participaron en este taller, se atrevieron. A nombrar el miedo, a dibujar la esperanza, a recrear el pasado, a inventar el futuro. Se sentaron frente a una hoja en blanco y, en lugar de huir, decidieron llenarla de voz.
Entre letras y sueños no es solo un libro de cuentos. Es una puerta abierta a mundos internos. Es la muestra de que, cuando confiamos en la niñez, suceden cosas maravillosas, aparece la magia, la creatividad, la profundidad. Este libro me recuerda que no hay que esperar a ser grandes para contar historias que transformen. Que la imaginación no necesita permiso y que la escritura, cuando nace desde el alma, no tiene edad.