Ajena
En Ajena, florece una voz poética que se reconce extraña, por eso busca las coordenadas de su existencia y registra en cada poema el asombro. Hay un deseo de explicar el origen porque se desconoce la raíz, el hilo con el que llegó a la vida. La voz recogida, como un fantasma que apenas si recuerda su pasado, insisite, nombra, se fija y deja constancia en cada verso. Sus poemas actúan como coordenadas.
La búsqueda de Angélica Barrera abre un telón e interroga: ¿De quién somos? ¿Qué es lo que nos hace pertenecer? ¿Son los rastros genéticos, las tradicones familiares, los territorios compartidos, las actividades pendientes que anotamos en listas, la pérdida, lo que nos ubica en el mundo?