La espalda brusca de las cosas
Los poemas de La espalda brusca de las cosas nos llevan a través de la fronda del caos de una realidad cuyo único escape parece ser el exilio interior. Hay en el estilo de Luis Verdejo una suerte de empeño por anular esa realidad insatisfactoria, tan ajena a su sensibilidad, en una época tan destructiva y devoradora como la nuestra. Frente a ello, la respuesta del autor es transportarse con la imaginación poética a otros estados: la envoltura amniótica del nonato, la levedad del aire o el traspatio oculto de la existencia. Es decir, un camino parecido al descubrimiento del alba, pues no se trata, como él mismo lo afirma, de una composición “bien portada y civil, como poesía mexicana”, sino de aceptar las “divagaciones efímeras” y en “marcha hacia ninguna parte” que en el fondo definen el acto poético. Entretanto, la política nos arrastra –en una absurda regresión– a un espacio virreinal donde todos nosotros, enfermos, nos desollamos a diario, mientras “colapsa el discurso”. Este es el “rumor bucal” que nos entrega Luis Verdejo, una “voz antagónica” que no se calla ni acanalla frente al trágico circo del despiadado capitalismo decadente del siglo XXI. Una poesía magnífica que nos conmueve e ilumina.