Francisco Villa y el villismo en Zacatecas
Construcción de mitos: Villa y Zacatecas
Dentro del paradigma de Zacatecas como vetusta ciudad histórica, guarda un lugar especial el periodo de la revolución mexicana, reconocida como zona estratégica para que la lucha fratricida marcara el fin del viejo régimen desde el ámbito militar y poder avanzar hacia la caída del último bastión federal, la capital del país.
Si bien han transcurrido ya 110 años de los andares cabalgantes de las distintas facciones por nuestros cerros y callejones, del humeante ir y venir de los vagones ferrocarrileros, los ecos de las proezas de quienes abanderaban la causa y de los habitantes de la ciudad se mantienen vigentes en fragmentos periódicos y circulares oficiales que aguardan en los archivos históricos; así como en las charlas durante reuniones familiares, sobre lo que los bisabuelos fueron testigos.
Casi adoptado como hijo zacatecano, aunque nacido en Durango como Doroteo Arango, es la gesta de la Toma de nuestra capital la que reforzó el sobrenombre de Centauro del Norte. Las hazañas se continúan narrando de manera oral, a través de la disciplina de la historia, pero también en este volumen se integra el novedoso análisis de las ciencias exactas en cuanto al éxito de la batalla por parte de las fuerzas comandadas por Villa; así como el análisis de la música plasmada en el género del corrido histórico.
Aunque el protagonista de esta investigación sigue siendo Villa, su fama estuvo acompañada por el talento de otros militares a los cuales también se les rinde homenaje desde el punto más alto de nuestra ciudad, a saber, Pánfilo Natera y Felipe Ángeles quien poco a poco se ha abierto paso en la escena pública en el reconocimiento de su capacidad marcial.