Reseña

La obra jurídica que examina las tensiones estructurales entre la protección de los derechos humanos y las prácticas estatales de control migratorio en el contexto mexicano. A partir de una perspectiva crítica, el libro analiza cómo la migración irregular afecta de manera desproporcionada a poblaciones en situación de vulnerabilidad, incluidas mujeres, niñas, niños, personas LGBTIQ+ y solicitantes de asilo, y cómo dichas situaciones interpelan al Estado en su deber de garantizar los derechos civiles y políticos, incluso frente a narrativas de seguridad y soberanía. La obra articula elementos del derecho internacional público, particularmente los principios de no devolución, protección internacional y derechos de los migrantes, con los conceptos de soberanía y territorialidad, para mostrar los límites y contradicciones del enfoque punitivo y securitario que domina la política migratoria. A través de un análisis normativo y jurisprudencial, así como del examen de casos concretos, el texto propone un marco jurídico y ético para repensar el papel del Estado frente a la movilidad humana en contextos de crisis, violencia estructural y desigualdad transnacional.