Reseña

La presente investigación hace un recorrido por distintos momentos históricos que abarcan la segunda mitad del siglo XIX y las primeras dos décadas del XX. Se trata de un periodo que es una parte medular para el desarrollo de la danza española en México, pues dio paso –en los años treinta– a las primeras generaciones de bailarines y maestros mexicanos que forjarían bailarines que contribuyeron a mantener vivo este arte en nuestro país.

Centrándose en la vida cultural de la Ciudad de México –donde se concentraban los grandes espectáculos y el entretenimiento–, la autora realiza un corte temporal de 1920 a 1930, década en la que se gesta una primera generación de bailarines de danza española en México, mexicanos o extranjeros, que echaron raíces aquí.

El diario El Demócrata y Revista de Revistas (suplemento de Excélsior) fueron las principales fuentes de información que le permitieron a la investigadora tener un panorama bastante amplio de las tendencias y las aspiraciones que marcaron la década de los años veinte del siglo pasado: el México moderno y cosmopolita. Cabe destacar que la segunda parte del libro se complementa con la investigación documental y un catálogo hemerográfico.

La obra constituye un mosaico de notas e imágenes que evocan a un México hermanado con España, a un México que busca su modernidad, inmerso en “españolerías” del Viejo Mundo, entre novilladas, bailes de fantasía, kermeses, fiestas patronales, pasos dobles flamencos, mantillas, peinetas, castañuelas y una colonia española que creció considerablemente con los años.