Vivir sin pedir permiso
Este no es un libro que pensé durante años.
Es un libro que me salió de las entrañas cuando ya no podía callar.
No está hecho para agradar.
Ni para justificar mi pasado, ni para embellecer mis derrotas. Está hecho para decir la verdad.
Mi verdad.
Aquí no hay versiones editadas de lo que viví. Ni frases diseñadas para redes sociales.
Ni historias infladas. Hay lo que soy.
Lo que he sido.
Lo que me ha dolido, lo que me ha sostenido, y lo que aún me arde adentro.
Escribí este libro sin pretensión de ser ejemplo de nada. No tengo recetas.
No doy consejos.
No vengo a decirte cómo vivir. Vengo a contarte cómo he vivido yo,
con mis errores, mis pasiones, mis miedos, mis obsesiones.
Lo titulé Vivir sin pedir permiso porque esa ha sido, sin darme cuenta,
mi manera de estar en el mundo.
No por rebeldía hueca, sino por convicción.
Por ese impulso que me ha llevado, desde muy joven, a cuestionar, a disentir, a buscar mi propio camino incluso cuando era cuesta arriba.