Golpe brutal
El bullyng es un monstruo con decenas de cabezas, como la mítica Hidra. Tienes sus medios de expresión habituales, y ha incorporado otros medios inesperados. A pesar de ser una de las formas de la violencia más comunes en la escuela, también otros espacios sociales son escenarios de su ejecución: el hogar, la calle, la oficina, el área deportiva o recreativa, el autobús, el club campestre, la fiesta o el centro de reunión social. Pocos lugares escapan a su dominio. No es extraño que personas ajenas a la familia lo empleen como un mecanismo de agresión pues no tienen un vínculo emocional con el agredido, pero sí resulta poco explicable que personas que han establecido una convivencia frecuente protagonicen esta violencia. Por ejemplo, los alumnos que cursan sus estudios en un colegio. O aún más, en un colegio que presume de ser selecto y con estrictos filtros éticos que procuran salvaguardar la integridad de sus estudiantes. Este relato se adentra en las entrañas de un espacio escolar y nos muestra su lado oscuro, la cara sombría de la que jamás se hace ostentación en redes. Un espacio escolar donde la violencia puede ser el pan nuestro de cada día. Y donde las autoridades encargadas de controlar estas agresiones, suelen, a veces, ocultar estos hechos vergonzosos que pueden poner en peligro la vida de algunos muchachos, para mantener su imagen pública inmaculada. Abran las páginas de este libro y conozcan un caso que se ha querido ocultar bajo el silencio.