Pequeñas imperfecciones
La literatura de Ricardo Solís es una conversación total y constante; dialoga con nosotros, sus lectores, mediante la poesía, la novela, el ensayo, y aquí, desde el cuento. Sabe que los géneros literarios son meras convenciones, atajos para llegar a eso que llamamos vida, por el camino de la belleza. El trabajo de la escritura es arduo e infinito, pero el combustible que él usa es igual de inagotable: su pasión por desentrañar lo que nos rodea y lo que somos. La cordial y despiadada voz de Ricardo Solís proviene de su propia voracidad como lector, de su agudeza como observador y, sobre todo, de su valentía; porque escribir es una de las formas del coraje.
La versatilidad de un escritor no solo es consecuencia de su potencial creativo, también es un descubrimiento. Ricardo Solís es, para muchos, poeta; pero no lo es a secas, por eso no es una sorpresa que venga ahora a compartirnos la serie de cuentos que reúne en este libro (marinado por más de tres décadas), y tampoco lo es para quienes lo conocen y reconocen –narre o versifique– la incontinencia de su voz, lo mismo que su devoción por la poesía.