Jurarle al poder para ejercerlo
Fiestas y propaganda política en Veracruz (1790-1812)
A finales del Siglo XVIII se organizaban en el Puerto de Veracruz fiestas magnificentes para celebrar al rey de España. Ello, a pesar de que el monarca hispano se encontraba al otro lado del Atlántico y jamás pondría un pie en el nuevo continente. El estudio de las ceremonias denominadas “juras”, con las que la población reiteraba su fidelidad al Rey y la Corona, posibilita una observación microscópica de los hechos históricos, lo que permite descubrir datos novedosos que, presentados de manera precisa, integran un discurso diferente, capaz de generar nuevas tesis y postulados ante las historias construidas desde los enfoques usuales.
La jura real, nos dice Adriana Cruz Maroño, historiadora con una sólida formación profesional e investigadora adscrita al Instituto Nacional de Antropología en Historia “era un ritual a través del cual una ciudad, un pueblo o una villa, no sólo admitía colectiva-mente el ascenso al poder del descendiente legítimo, sino también juraba lealtad y fidelidad a la soberanía real y le rendía tributo a través de una serie de ceremonias. Ritual de tres días en el que se practicaban protoco¬los o formas instituidas desde tiempos inmemoriales, que en el ámbito local simbolizaban el reparto de poder”.
Para la historiografía contemporánea, las juras reales significan entonces, entre otras cosas, la oportunidad de analizar las formas en las que se sustentaba y reproducía cotidianamente el poder político en el Veracruz de finales del siglo XVIII. Los datos obtenidos en las acuciosas investigaciones contenidas en el presente volumen permiten a la autora sostener que las versiones históricas que presentan a los criollos como un grupo relegado, víctima de la discriminación y el menosprecio, visión sostenida por la historia oficial, presenta, al menos en el caso que aquí se estudia, profundas contradicciones, ya que eran precisamente los nativos de Veracruz de ascendencia española quienes protagonizaban las ceremonias en referencia, desplegando en ello una ingente variedad de gestos y símbolos orientados a ratificar el lugar eminente que ocupaban en la pirámide social.