Reseña

Este libro combina narrativa jurídica y simbología filosófica en un viaje de transformación del protagonista, Pinocho, quien ha dejado de ser un simple muñeco travieso para convertirse en fiscal del reino. A lo largo de su travesía, enfrenta juicios emblemáticos que cuestionan no solo la ley, sino la moral, el poder, la corrupción y la verdad.

Las imágenes reflejan este recorrido con una estética realista y alegórica, donde animales antropomorfos representan distintas facetas del poder judicial:

Tribunales solemnes con columnas negras y jueces como halcones, búfalos o caballos de mirada severa.

Escenarios épicos como la Corte de los Juicios Eternos o el País de los Juicios de Honor, donde la justicia es tradición, linaje o un ciclo sin fin.

Espacios de sabiduría como el santuario en las montañas donde un oso blanco custodia los antiguos pergaminos.

Momentos decisivos como el juicio final, donde Pinocho enfrenta acusaciones por haber osado reformar el sistema.

Ambientes cargados de simbolismo: tapices, balanzas rotas, espadas cruzadas, columnas con inscripciones antiguas y relojes sin manecillas.

Cada escena está cuidadosamente diseñada para comunicar que la justicia no solo se encuentra en los códigos, sino en el alma de quien decide, duda, actúa o calla.