Mi vecino maldito (y sexy).
De niña, Delia Merriweather creía con todo su corazón que era una
bruja, al menos todas las mujeres de su familia lo eran. El problema era
que no tenían magia. Ya de adulta, Delia dejó de creer en la magia. Sin
embargo, cuando accidentalmente rompe el maleficio que condenaba
a su familia a llevar una vida sin magia, se ve obligada a aceptar una
nueva realidad: es una bruja. Y quizá por eso el guapísimo chico de al
lado la ha estado mirando como si esperara que saliera volando en una
escoba, cacareando en la noche.
Justo cuando Max creía que había terminado de vigilar al aquelarre
Merriweather, debe ayudarlo a aprender a controlar su magia antes de
que todo se salga de control. Pero ahora Max tiene sentimientos por
Delia… ¿Serán reales o solo está encantado de conocerla?