La extranjería en Minatitlán, Veracruz 1826-1938
Desde su fundación en 1826 y hasta la nacionalización de la industria petrolera en 1938 la ciudad de Minatitlán, y el istmo mexicano en general, fue encauzada para recibir y relacionarse con la extranjería.
La llegada de capitales, tecnología y personas tuvo diversos propósitos. Vinieron colonizadores a poblar las selvas; arrancaron las preciosas maderas del Coatzacoalcos; atravesaron cerros para que caminara el ferrocarril transístmico; sembraron dulcísimos frutos y calentaron el grueso petróleo hasta convertirlo en luz. El dinero circuló y el comercio prosperó.
Más de treinta naciones se unieron a estas tierras. Poderosos señores acumularon para comprar castillos medievales; chinos que hablaron consigo mismo para entender a las mujeres zapotecas; negros caribeños que cantaban hasta en misa; japoneses que durmieron parados para no soñar con el terruño; libaneses con zapatos desgastados … otros, se toparon con la muerte antes de habitar una casa y acostumbrarse a vivir de los recuerdos.
Los extranjeros avecindados tuvieron que nacer de nuevo, en los hijos, para terminar de querer a este territorio como si fuera el propio.