Los planes de desarrollo en México
La narrativa que Abraham Quiroz hace sobre los planes y modelos de desarrollo en México, es ajena a los tecnicismos y parafernalia de los números, esquemas y formatos que hoy en día utilizan –a veces por simple moda o exigencia burocrática– los distintos gobiernos y empresas privadas.
Sin embargo, planear el desarrollo de un país siempre es necesario debido a las múltiples ventajas que eso brinda, aunque, como él demuestra en el texto, a lo largo de nuestra historia no siempre ha sido posible hacerlo, primero por haber sido una Colonia; después, debido a que desde tiempos muy tempranos y a pesar de nuestra independencia política, México quedó inserto en la economía internacional como un sempiterno exportador de materia prima e importador de manufacturas y, finalmente, por los intereses de la oligarquía criolla que siempre asumió una actitud de obediencia a los dictados que en materia de política económica imponían –y siguen imponiendo– las metrópolis a través de organismos financieros como el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial y otros.
A pesar de esto, México está dejando atrás los esquemas neoliberales con todo su anti-estatismo, su desprecio por la soberanía nacional y su visión dependentista; el instrumento ad hoc que está utilizando con buenos resultados es el Proyecto Alternativo de Nación que se echó a andar en 2018, y que en el sexenio de Claudia Sheinbaum cobra nuevos bríos porque se guía por el principio de bienestar social.