Reseña

México es un país cuyo legado se teje entre siglos de historia, cultura y naturaleza. Lo que tenemos no es una sola historia, sino muchas: algunas contadas en la cantera tallada de una catedral, otras en tela bordada, en copal quemado, en barro cocido, en la tierra
arada de chinampas flotantes. Esa riqueza, plural y movediza, vive en los espacios que habitamos, en los rituales que repetimos, en los frutos de la tierra que incluimos en nuestros platillos y compartimos con el resto del mundo. Por eso, este libro se divide en tres capítulos:
Herencia, donde exploramos la arquitectura y los espacios sagrados que resguardan nuestro pasado; Identidad, donde los bailes y fiestas entretejen comunidades; y Raíces, donde regresamos a nuestros orígenes, al maíz, a los frutos que nos recuerdan que todo inicia y
termina en la tierra, en un ciclo sin fin. Porque si estamos hechos de maíz, entonces cada cosa que sembramos —la primera piedra de un edificio, un baile en una fiesta, una semilla en un campo— es una forma de vencer al olvido. Ese es el hermoso legado de México: un país que preserva su pasado, pero que nunca deja de celebrar su presente, y cultivar su futuro.
A través de vibrantes fotografías, celebramos el legado vivo de todo aquello, grande o pequeño, que llena de magia nuestra tierra y que hace de México un patrimonio invaluable para el mundo.