Centro del ruido
Ejercicios de duelo
Este libro toma escenas de los símiles de la Ilíada, no de su trama principal. Aprendí a ver esas comparaciones como un segundo poema subterráneo, un mapa que cada tanto brota a la superficie con árboles talados, langostas que huyen del incendio, vacas que corren a la noche y chicos arrastrados por la fuerza del agua. No son la historia principal de la guerra: son hologramas de un mundo vivo, autónomo y en transformación. Estas son mis versiones de algunos de esos símiles. Empezó como un ejercicio diario cuando murió una amiga, la poeta argentina Mirta Rosenberg. Fue saliendo un poema negativo que mezcla ternura y violencia, que era lo que sentía sin poder explicarlo. Los símiles son maneras de decir algo inexplicable. A veces pausan la muerte.