Reseña

CLARO DE LUNA es una novela provocadora, su lectura un deleite, un detonador de sensaciones por cada página que el lector transita. Desde el primer renglón, hasta la última línea, se hacen presentes la nostalgia y la soledad a través de un lenguaje seductor.

Hay una urdimbre histórica que cobija al fenómeno social de los inmigrantes chinos a esta región noroeste de México donde se desarrolla la historia y en el que la discriminación es alentada por intereses de ambición económica y política. El contexto ambiental aparece íntimamente ligado al poder de la naturaleza y se vive a través de la tradición de usos y costumbres de los inmigrantes chinos y su cosmovisión. Se percibe el aroma de la cocina, el lugar perfecto donde se dirimen muchos de los asuntos familiares, políticos, de arraigo y desarraigo.

Novela que despierta en el lector el ánimo de darle continuidad, de seguir dentro de ella, porque la gran protagonista es la historia: el hábitat y los espacios físicos que dan significado a cada región; el entusiasmo por la vida y la vehemencia de los pobladores con sus sufrimientos y delirios; pero, sobre todo, el amor y los lazos indisolubles de amistad y afecto que trascienden el espacio y tiempo a pesar de las intrigas, el odio y la destrucción.