La tendencia al populismo penal
El populismo punitivo constituye una tendencia político criminal desde la cual se pretende enfrentar la problemática criminal. No es, por cierto, una fórmula exclusiva de nuestro país, pues se aprecia notoriamente que el modelo de intervención jurídico penal está presente en varios países de nuestro entorno geográfico. En adelanto a lo que se revisará en el cuerpo de este trabajo, dígase desde ahora que el llamado populismo punitivo es una tendencia político-criminal que ha venido desplegándose desde la década de los noventa.
Se reconoce a Anthony Bottoms, autor de un ensayo publicado en 1995 titulado The philosophy and Politics of Punishment and Sentencing,1 como quien estableció primigeniamente el concepto. Genéricamente, el populismo punitivo alude a los actores políticos (legisladores básicamente, aunque no únicamente) que buscan alcanzar ciertos objetivos electorales valiéndose del establecimiento de medidas jurídico-penales caracterizadas por el incremento de las penas.
Se tiene claro que el principal deber del actor académico consiste, entre otros, en ofrecer alternativas conceptuales que contribuyan a la tarea compleja de enfrentar las exigencias legítimas de seguridad y paz social, más aún cuando los elevados índices de criminalidad amenazan la
convivencia social.
Dado que el presente texto forma parte de una investigación más amplia, por ahora se ponen a disposición de las y los eventuales lectores algunas de las consideraciones que, según pensamos, valen por sí mismas para quienes desean adentrarse en el tema.