Un solo mundo no es suficiente
Espacio, territorialidad y haciendas jesuitas. El caso de Aguascalientes, siglos XVII-XX
En el periodo novohispano, una de las características del dominio de los jesuitas sobre grandes propiedades fue su capacidad para “componer” y defender, ante las diferentes autoridades y frente a otros propietarios, las tierras y aguas que habían integrado gracias a diversas donaciones y mercedes. Pero, a diferencia de otros grandes propietarios, la visión jesuita sobre el espacio y el territorio contribuyó a que la explotación de los recursos fuera más eficiente en la región, como ya ha sido estudiado, e incluso más sostenible, dado el cuidado temprano de la naturaleza como un espacio en que se podían observar las manifestaciones de la divinidad.
El principio que implica no repetir el conocimiento dado sino privilegiar la exploración, se puede encontrar en la visión de la naturaleza de los autores jesuitas; de ahí la frase “Un solo mundo no es suficiente” (Unus non sufficit orbis) que se encuentra en la aventura del conocimiento representada por un galeón que lleva hacia el nuevo mundo. Un emblema jesuita que nos lleva a explorar lo desconocido no desde el dogma sino desde la duda.