Bailando sobre hielo
Cuando los escándalos de la bancarrota de su familia de medallistas olímpicos eclipsan su participación en el Campeonato Mundial Junior de patinaje sobre hielo, Adriana Russo y su pareja en la pista, Brayden Elliot, deciden dejar que el mundo crea lo que todos quieren oír: que su buena química va más allá de la pista. Tanto los fans como los patrocinadores no tardan en dar crédito a los hechos y su fama se dispara. Pero fingir que están juntos se vuelve más complicado cuando sus sentimientos empiezan a convertirse en algo real. Para complicarlo todo más, aparece en escena su primer compañero de patinaje (y primer amor), Freddie O'Connel. Tras dos años sin verse. Freddie apenas la reconoce. Es una pena que nunca haya dejado de amarlo.