La educación para la paz. Motor de la democracia
Según la UNESCO, los componentes principales de la educación para la paz incluyen la enseñanza de la no violencia, la resolución y gestión pacífica de conflictos, el respeto a las diversidades, el enfoque de género y la solidaridad. Se busca desarrollar competencias para el diálogo intercultural, el pensamiento crítico y la empatía, que son habilidades esenciales para promover la convivencia pacífica en una sociedad globalizada. La obra destaca la importancia de la educación en derechos humanos que permita a las y los ciudadanos comprender sus derechos y responsabilidades, así como abogar por la justicia y la igualdad. El concepto de educación para la paz se ha expandido para abordar otras formas de violencia, como el terrorismo, la violencia de género, el racismo y la desigualdad. Implica reflexiones críticas ante las falsas verdades y el acoso. Para adoptar la paz como un modo de vida, se deben anteponer el diálogo y el respeto hacia el otro.