Carroña en cuerpo de mujer
Detroit, 1963. Una ciudad que vivía y respiraba al ritmo ensordecedor de los motores y el jazz prohibido. Pero bajo la capa brillante del progreso y las promesas de la clase media, se escondía un abismo. Un sitio donde la podredumbre era moneda corriente, los secretos se compraban con licor barato y las sombras se movían más rápido que la ley.
En el corazón de esa oscuridad, la Doctora Sabina Horney había dejado atrás sus títulos en psicología criminal y neurociencia. Sus diplomas, alguna vez motivo de orgullo, ahora no eran más que papel mojado ante la cruda realidad de su misión. Para atrapar a los depredadores, la habían obligado a convertirse en uno de ellos.
Su nuevo nombre era 'Rosy, labios candentes': una mercenaria de la noche, una mujer inteligente y calculadora que usaba su cuerpo como el cebo perfecto en la caza de Don Tomazzino, el mafioso que manejaba los hilos del terror en la ciudad.
Pero este trabajo encubierto no solo la corrompió; la transformó. Sabina se sumergió en un mundo donde la brutalidad no era un caso de estudio, sino el pan de cada día. La fina línea entre la intelectual que analizaba el mal y la superviviente que lo combatía se fue borrando hasta volverse imperceptible.
"Carroña en cuerpo de mujer" es el recuento brutal de esa metamorfosis. Es el viaje de una mente brillante que aprende que el instinto salvaje, la rabia y el resentimiento acumulado son herramientas más letales que cualquier teoría académica. Es la verdad incómoda de que, a veces, para devolver la luz a un mundo podrido, hay que empuñar el hacha y hundirse en la noche.
Este libro es la crónica de una venganza personal y la descarga de un odio que, como un cáncer, se extiende por el alma. Es la evidencia de que, en el bajo mundo de Detroit, la justicia se escribe a golpes. Y Sabina Horney, o Rosy, estaba lista para pagar el precio, golpe por golpe.
El verdadero peligro no era a quién estaba cazando. El verdadero peligro era la mujer en la que se estaba convirtiendo para sobrevivir.