Reseña

Hay heridas que no desaparecen: aprenden a florecer
Este libro nació donde nacen las transformaciones verdaderas:
en el territorio íntimo del dolor, del amor que persiste aun
cuando la vida cambia para siempre. Donde el alma aprende a
renacer es el testimonio luminoso de una mujer que atravesó
el duelo más profundo y, aun así, encontró dentro de sí la
fuerza para seguir caminando, para reconstruirse y volver a
mirar el mundo con ternura.
A lo largo de estas páginas —tejidas con honestidad, sabiduría
y una sensibilidad que conmueve— Araceli Pérez invita al
lector a reconocer sus propias pérdidas, a aceptar la fragilidad
de la existencia y a descubrir que cada despedida puede abrir
un espacio inesperado para la luz. Aquí se habla de la muerte,
sí, pero también de la vida que insiste; de la maternidad
transformada; del amor que no termina; de la memoria que
sostiene; de la fe en que nada se rompe del todo cuando se
ama desde el alma.
Este libro acompaña, abraza y da nombre a lo que a veces
callamos. Es una guía serena para quienes atraviesan un
duelo, pero también para quienes buscan reconciliarse con su
historia, honrar su pasado y abrir paso a una nueva versión de
sí mismos.
Porque renacer no es olvidar: es aprender a vivir con lo que
duele… y aun así permitir que algo bello vuelva a brotar.
Un libro para leer despacio, para volver a uno mismo, para
recordar que incluso en la noche más larga existe un amanecer
posible.