Despertar de colores
La verdadera belleza reside en la diversidad y la expresión única de cada individuo. Cuando nos expresamos con nuestras pasiones es cuando nos convertimos en nuestra mejor versión. Se decía que antes, la ciudad estaba llena de color, En cada esquina, músicos tocaban y cantaban a todo pulmón, la gente bailaba y celebraba con sus seres queridos al final de un día de trabajo ordinario. Las paredes de los edificios estaban adornadas con obras de arte vibrantes y expresivas. Los niños corrían y reían sin motivo aparente por toda la calle. Pero ahora, todo eso no era más que una historia que se contaba en los susurros. La ciudad había quedado gris, y apagada. El color, que alguna vez fue la esencia de la ciudad, se había desvanecido.