Literatura y disolución
En Literatura y disolución Caleb Olvera Romero deja de manifiesto una de sus principales vocaciones, la de lector. Su recorrido en este libro a través de Pessoa, Saramago y Kundera suspende el prisma del yo a la luz del sol. Su descomposición en colores nos produce cierta fascinación al principio, pero después viene el desasosiego que como semilla germina en nosotros. Se trepa por nuestro cuerpo y cuestiona los bordes que contienen eso que nos llama, nos define, nos ata ¿qué seríamos sin esa afirmación de lo que soy? Pero el autor no se contenta con ello, no quiere declarar, no quiere proponer, lo que quiere es desdibujar, derramar los bordes y observar qué pasa con eso contenido, cómo es su esencia, su transformación y hacia donde puede extender su horizonte, si es que acaso hay una línea dibujada sobre la tierra que señale aquí acaba el yo, y aquí comienza la tierra.