Reseña

La reinterpretación del paisaje es el punto de inflexión de la trayectoria artística de Axa Montero, es su ingreso definitivo a una madurez creadora que integra su percepción abstracta de la realidad con el trazo firme y controlado de una paleta cromática audaz y extrovertida. En la definición estilística de su pintura, nada es predecible. Desde la asimilación del color impresionista y el simbolismo prerrafaelita hasta los gestos expresionistas fincados en la estética de la imagen digital de nuestro tiempo, el formato cuadrado de su soporte pictórico limita el concepto panorámico del paisajismo tradicional. Esto le permite enfatizar el detalle de su geometrización de la ciudad o el campo: muros en ruinas, casas cayendo al abismo, objetos abandonados, pirámides y rascacielos se vuelven el centro gravitacional de sus composiciones. Paisaje como construcción es un lienzo abierto a la invención de otra realidad