Cara de mosca
Los planos se cruzan, se sintetizan. De ahí salen asperezas, piedras efímeras, disonancias, arenilla luminosa. O la forma que acaso mejor distinga a este libro con nombre de dios venido a menos: la final antisapiencia; el asco frente a yoguis televisivos, millonarios iluminados, divulgadores con mánager y demás vendehumos; la conversión del consejo en sátira del consejo; la clara solicitud de que, aun si se tratara del Amo de las Moscas.