Reseña

A diferencia de otras regiones del país, en Yucatán el Segundo Imperio sumó adeptos sin necesidad de una invasión francesa.
Este libro desentraña las razones de esa singular adhesión mediante un análisis de los discursos, tensiones y alianzas que marcaron la política peninsular en la década de 1860. Desde los conflictos entre élites locales hasta las negociaciones con el ejército francés y la Regencia, se reconstruye la senda que llevó de la proclamación del Imperio en 1864 hasta su derrota en 1867.
Los firmes mandatos de un débil trono expone las paradojas de un proyecto político que, pese a las estrategias modernas y ambiciosas con las que intentó arraigarse en la región, terminó por ceder bajo el peso de sus propias contradicciones.