Reseña

Desde que la humanidad inventó el lenguaje, muy seguramente creó historias de terror con las cuales expresar su temor ante los fenómenos naturales que no alcanzaba a comprender.
El miedo, el miedo a lo desconocido o hacia aquello que en su imaginería creó, tanto como herramientas morales para definir el bien y el mal, como herramientas ideológicas de control comunitario, pero también y sobre todo, pienso, como piezas narrativas que fueron alimentando la imaginación creativa.
Hoy podemos imaginar esas historias contadas alrrededor de una fogata en las noches prehistóricas, tal como probablemente narraban aventuras derivadas de la cacería o la pesca.
Esta tradición aún pervive en muchas de nuestras comunidades rurales y en comunidades de todo el mundo, y autoras como Marcela Romn la reivindica, regalando a lectoras y lectores, un manojo de quince cuentos que dan forma al presente cuentario Ciberexorcismo que honra la herencia cuentística mexicana y clásica de terror, mostrando que es una veta inagotable.